Según un estudio, es menos probable que el enjambre de asteroides del «día del juicio final» impacte contra la Tierra

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Esta imagen tomada por el telescopio espacial Spitzer de la NASA muestra al cometa Encke recorriendo su estela de guijarros. Cada octubre, la Tierra atraviesa la estela de Encke, dando lugar a la conocida lluvia de meteoros de las Táuridas. Crédito: NASA/JPL-Caltech/Univ. de Minn.
Esta imagen tomada por el telescopio espacial Spitzer de la NASA muestra al cometa Encke recorriendo su estela de guijarros. Cada octubre, la Tierra atraviesa la estela de Encke, dando lugar a la conocida lluvia de meteoros de las Táuridas. Crédito: NASA/JPL-Caltech/Univ. de Minn.

Los astrónomos que utilizan la Zwicky Transient Facility (ZTF) han investigado el enjambre resonante de las Táuridas, un gran sistema interplanetario que contiene el cometa 2P/Encke, varias corrientes de meteoroides y posiblemente varios asteroides cercanos a la Tierra.

Antes de este estudio, los astrónomos especulaban con la posibilidad de que el enjambre resonante de las Táuridas contuviera un número considerable de grandes rocas espaciales de clase kilométrica dejadas atrás por un objeto de gran tamaño, posiblemente de hasta 100 km (62 millas) de ancho.

Los objetos de gran tamaño pueden causar daños regionales si impactaran contra la Tierra, como el asteroide de Cheliábinsk en 2013.

Incluso los objetos más grandes pueden causar eventos de nivel de extinción, como el asteroide que mató a los dinosaurios hace más de 66 millones de años.

El enjambre de las Táuridas encierra importantes pistas sobre la evolución planetaria, especialmente por su conexión con el cometa Encke.

Este cometa tiene uno de los periodos orbitales más cortos conocidos, de tan sólo 3,3 años.

También es inusualmente grande y polvoriento para un cometa de periodo corto, orbitando alrededor del Sol en 200 años o menos.

Teniendo en cuenta todas las pruebas disponibles, los científicos creen que Encke experimentó una fragmentación significativa en el pasado, y que podría seguir fragmentándose de forma similar en el futuro.

«Nuestra investigación tiene implicaciones no sólo para la detección de asteroides y la defensa planetaria, sino también para nuestra comprensión más amplia de los objetos del sistema solar».

Los investigadores presentaron sus hallazgos esta semana en DPS56, la reunión anual de la División de Ciencias Planetarias de la Sociedad Astronómica Americana.

Fuentes, créditos y referencias:

Quanzhi Ye et al. 2024. In Search of the Potentially Hazardous Asteroids in the Taurid Resonant Swarm. DPS56

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