Vea También
Los científicos esperan que las muestras del asteroide Ryugu arrojen luz sobre los orígenes del sistema solar |
La agencia espacial japonesa JAXA inició esta misión en 2014, cuando lanzó la sonda Hayabusa2 hacia Ryugu, un asteroide de tipo C que orbita alrededor del Sol en una trayectoria similar a la de la Tierra. Hayabusa2 recogió con éxito material tanto de la superficie como del subsuelo del asteroide y devolvió la preciada carga a la Tierra en 2020.
Desde su regreso, estas muestras se han convertido en el centro de atención de múltiples equipos de investigación de todo el mundo, cada uno de los cuales sondea diferentes aspectos de la composición y la historia del asteroide. En este último estudio, el equipo se centró en una muestra en particular, con el objetivo de investigar si los asteroides como Ryugu podrían haber sido una fuente de compuestos clave necesarios para la vida en la Tierra.
Para llevar a cabo su análisis, los investigadores diseñaron una cámara sellada especializada en la que se colocaron meticulosamente los granos de Ryugu. El entorno de la cámara estaba sellado al vacío, lo que permitió al equipo emplear una serie de técnicas avanzadas, incluida la microscopía espectral, sin riesgo de contaminación. Las muestras descansaban sobre platos de zafiro, mientras que los espejos pulidos y recubiertos de oro situados bajo ellas ayudaban a reflejar y ampliar las señales de más allá del espectro visible.
Análisis SEM/EDS de la partícula extraída de A0218. Crédito: Nature Astronomy (2024). DOI: 10.1038/s41550-024-02366-w |
Mediante espectrometría de rayos X y otras herramientas sofisticadas, el equipo identificó compuestos hidratados como magnesio, amonio y fósforo. Estos hallazgos sugieren que Ryugu no sólo contiene moléculas orgánicas, sino también compuestos hidratados, sustancias que podrían haber servido como componentes básicos de la vida cuando llegaron a la Tierra.
Quizá la conclusión más sorprendente sea que estos compuestos parecen haberse originado en el espacio profundo, mucho más allá de la órbita de Júpiter. Si se hubieran formado más cerca del Sol, el calor habría provocado su evaporación, haciendo improbable su supervivencia. El descubrimiento del amonio, en particular, es especialmente significativo. Cuando esta molécula se descompone, libera nitrógeno e hidrógeno, dos elementos vitales para el desarrollo de la vida.
Esta investigación se suma al creciente número de pruebas que sugieren que los asteroides podrían haber sido algo más que meros desechos cósmicos; podrían haber sido portadores de compuestos que sustentan la vida, sembrando la Tierra con los materiales necesarios para desencadenar la vida hace miles de millones de años.