Embarazo y desastres naturales: eventos como la dana impactan en el cerebro de futuros recién nacidos

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Noelia photographer/Shutterstock

La dana ha arrasado parte de España llevándose por delante casas, coches y vidas humanas. Pero esto no es un evento puntual: en el mundo ocurren todos los años más de 400 desastres naturales (huracanes, terremotos, inundaciones, tormentas de arena, grandes nevadas, erupciones volcánicas…) que causan terror, sufrimiento, ingentes pérdidas económicas y mucho nerviosismo y estrés.

En el caso del embarazo, el estrés derivado de los desastres naturales puede atravesar la placenta y llegar al bebé que se está gestando.

Un reciente estudio de la Universidad de Granada basado en 1,3 millones de madres y recién nacidos de Estados Unidos, Canadá, China, Chile e India ha encontrado que el estrés materno debido a un desastre natural durante el embarazo impacta negativamente en el desarrollo cerebral de los bebés.

Concretamente, los investigadores observaron que los niños expuestos a altos niveles de estrés por ese motivo empiezan a mostrar, al cumplir cuatro años, alteraciones como síntomas de depresión y ansiedad. También se encontró una asociación con síntomas de trastorno por déficit de atención con hiperactividad y trastorno del espectro autista.

Por si fuera poco, los bebés expuestos a desastres naturales durante su desarrollo intrauterino obtenían puntuaciones más bajas en pruebas de matemáticas, lectura y vocabulario a partir de los diez años de edad.

El estrés materno atraviesa la placenta

El estrés psicológico materno durante el embarazo es capaz de atravesar la placenta y llegar al bebé en desarrollo por varias vías. Según un estudio de investigadores alemanes, las vías de transmisión incluyen sustancias como adrenalina, triftófano (relacionado con la depresión), cortisol (hormona del estrés) y microbiota intestinal y vaginal materna.

En relación al cortisol, una investigación de 2022 en la que participaron la Universidad de Granada, la Universidad de Oxford y la Queen’s University Belfast encontró que altos niveles de cortisol materno eran capaces de predecir resultados negativos en recién nacidos, como un diámetro cefálico reducido y un deficiente neurodesarrollo infantil.

Aunque un bebé haya estado expuesto a mucho estrés durante el embarazo (por ejemplo, por un desastre natural), no todo está perdido: existen maneras de paliar el impacto. En concreto, pasar tiempo con el recién nacido, sostenerlo en brazos, abrazarlo y mirarlo a los ojos reduce dicho impacto.

La importancia de la salud mental materna

La salud mental materna durante el embarazo es una prioridad, y más en momentos de crisis climáticas como la que estamos experimentando, como se evidenció en un estudio de 2022 publicado por la revista JAMA.

Las situaciones de emergencia climática tienen un impacto negativo en la salud mental materna, que a su vez afecta a la salud del bebé desde antes de nacer. Así, una investigación concluía hace poco que la salud mental de la madre se altera tanto por desastres naturales como por dificultades en el parto, falta de acceso a servicios básicos, alteración de las condiciones de habitabilidad de los hogares, estrés en el trabajo y preocupaciones por la salud propia y la de los hijos.

Queda en evidencia que cuidando la salud mental de las mujeres embarazadas cuidaremos también la de las generaciones futuras.

The Conversation

Rafael A. Caparros-Gonzalez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.


Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

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