Vea También
Probablemente la canción de Bruce Springsteen Born in the USA sea una de las más populares de la historia de Estados Unidos. Este año ha cumplido los 40. Casi nada. Cuando se escuchó por primera vez, Ronald Reagan, que estaba en plena campaña contra Walter Mondale, le pidió al cantante su apoyo. La canción le venía como anillo al dedo. Pero él no se lo dio.
Las celebrities de ahora ya no son como las de antes, ni siquiera él mismo. El próximo día 5 de noviembre se celebran las elecciones presidenciales en Estados Unidos y el mundo entero está viviendo la campaña boquiabierto porque no le falta de nada. Si Born in the USA no representó a Reagan, Freedom, de Beyoncé, sí ha representado a Kamala Harris, la candidata demócrata a la vez que vicepresidenta. Ella es la contrincante de Donald Trump desde que el presidente Joe Biden decidiera echarse a un lado obligado por lapsus y tropiezos varios.
Beyoncé no está sola. Con ella está el “comando” de cantantes puertorriqueños encabezados por Bad Bunny, Don Omar y Ricky Martin (hay muchos más). No es de extrañar, después de que hace unos días el cómico Tony Hinchcliffe dijera en un acto de campaña de Trump: “No sé si lo saben, pero ahora mismo hay literalmente una isla flotante de basura en medio del océano. Creo que se llama Puerto Rico”. En ese mismo acto, otro de los oradores llamó a Harris “el anticristo”. Donald Trump no para de echar leña al fuego mientras el mundo sigue boquiabierto. Tampoco lo hace su más ferviente seguidor: el multimillonario Elon Musk.
Kamala Harris, quien llegó al escenario de la campaña electoral centrada en los derechos civiles y la igualdad, generó todo tipo de preguntas y expectativas sobre cómo se enfrentaría al veterano republicano Donald Trump. El ambiente, como estamos viendo, se ha tornado cada vez más tenso desde aquel debate televisivo que ambos protagonizaron. Los enfrentamientos no faltan. Los insultos y las acusaciones, tampoco.
El estilo de Trump, marcado por un lenguaje directo y provocador, ha sido cuestionado tanto por el tono agresivo hacia sus oponentes como por la forma en que se refiere a quienes no están alineados con él. Sus tácticas en redes sociales y plataformas digitales siempre han contribuido a esta dinámica, aderezada con grandes dosis de desinformación.
Y, hablando de estilos, el de Kamala Harris ha cambiado en los últimos tiempos. A pesar de que sigue recurriendo a sus trajes de chaqueta monocromáticos, esta campaña parece haberla rejuvenecido y hasta la hemos visto en vaqueros y deportivas.
Trump se ha lanzado a esta contienda con el mismo ímpetu desafiante de sus campañas anteriores y también con el mismo traje azul marino. Con un discurso que apela al nacionalismo, al racismo y al resurgimiento económico, el candidato republicano ha vivido una campaña con dos grandes sustos: los dos intentos de asesinato, uno en Pensilvania y otro en Florida.
Pero ¿dónde están los demás candidatos? ¿Es que solo hay dos partidos políticos en Estados Unidos? La respuesta es no, y en este artículo se explican los detalles. De hecho, el exlíder del Ku Klux Klan David Duke dio su apoyo público a la candidata del Partido Verde, Jill Stein. El mundo, claro está, seguía boquiabierto.
Un tema crucial en estas elecciones es la influencia del electorado latino, que se perfila como uno de los sectores más relevantes y determinantes en estados clave. Con una población en crecimiento y cada vez más diversa en sus preferencias políticas, los votantes latinos no solo representan un sector demográfico en expansión, sino también una voz capaz de inclinar la balanza en estos territorios.
Mientras Harris apuesta por un enfoque inclusivo, centrado en derechos civiles y mejoras sociales, Trump ha redoblado esfuerzos por captar ese voto latino a través de promesas de seguridad y empleo, aunque su postura sobre la inmigración sigue generando críticas.
Así, tras una campaña cargada de ataques y estrategias digitales de alcance masivo, los estadounidenses acudirán a las urnas el próximo 5 de noviembre. Ambos candidatos están muy igualados en intención de voto, aunque parece que Harris podría estar algo más adelantada en su camino a la Casa Blanca.
Ya lo dice Beyoncé en Freedom: “Tuve mis altibajos. Pero siempre encontré la fuerza interior para levantarme. Me sirvieron limones e hice limonada”. Aún no sabemos quién de los dos candidatos acabará finalmente tarareándola pero, sea quien sea, el mundo, seguramente, seguirá boquiabierto.
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.