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Andrómeda, la gran galaxia más cercana a nuestra
Vía Láctea, se encuentra en una lenta pero inevitable trayectoria de colisión con
nosotros, a punto de fusionarse dentro de varios miles de millones de años.
A pesar de haber sido objeto de fascinación durante siglos, la galaxia nunca
se había visto con tanto detalle hasta ahora. El
telescopio espacial Hubble
acaba de completar una ambiciosa campaña que ha durado más de una década y
que ha permitido realizar las observaciones más profundas y detalladas de
Andrómeda jamás logradas.
Para captar toda la majestuosidad de Andrómeda, el Hubble reunió 600 campos
de visión individuales en un mosaico monumental de 2.500 millones de
píxeles. Este minucioso esfuerzo ha permitido a los astrónomos distinguir
unos 200 millones de estrellas, cada una de ellas más caliente que nuestro
Sol. Aunque se trata de un número considerable, sigue siendo sólo una
fracción del billón de estrellas que se calcula que hay en Andrómeda. No
obstante, estas observaciones aportan una valiosa información sobre la
compleja estructura e historia de la galaxia.
«Con el Hubble, podemos examinar todo el disco de Andrómeda con increíble
detalle, algo que no podemos hacer con ninguna otra galaxia grande», señaló
el investigador principal, Ben Williams, de la Universidad de Washington.
Los hallazgos han revelado que Andrómeda es mucho más caótica de lo que se
pensaba. Al igual que la ya retirada misión Gaia hizo con la Vía Láctea, el
Hubble detectó signos de un pasado tumultuoso en Andrómeda, incluyendo una
vasta población estelar y corrientes coherentes de estrellas.
«Andrómeda es un choque de trenes cósmico. Parece haber sufrido un
acontecimiento que desencadenó un estallido de formación estelar, seguido de
un repentino parón», explicó Daniel Weisz, de la Universidad de California
en Berkeley. «Esto puede haber sido causado por una colisión con otra
galaxia cercana».
Una posible culpable es la galaxia satélite de Andrómeda, Messier 32, a la
que Andrómeda podría haberle desviado su gas, alimentando un frenesí de
formación estelar.
«Andrómeda parece ser una galaxia de transición, a medio camino entre una
espiral de formación estelar y una galaxia elíptica dominada por estrellas
rojas envejecidas», añade Weisz. «Su protuberancia central de estrellas más
viejas y un disco de formación estelar menos activo reflejan su compleja
historia».
Williams destacó la importancia de estas observaciones, diciendo: «Esta
visión detallada de las estrellas de Andrómeda nos ayudará a reconstruir las
fusiones e interacciones pasadas de la galaxia.»
Para aquellos deseosos de presenciar el esplendor de Andrómeda, la imagen
completa se aprecia mejor en una pantalla grande. La versión de alta
resolución, mostrada verticalmente para facilitar el desplazamiento, ofrece
una visión fascinante del intrincado tapiz de la galaxia.