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¿Tienen algo en común Juan del Encina (poeta español), Margarita Robles (ministra de Defensa de España) y Mónica Naranjo (cantante y compositora)? Todos ellos comparten algo, más allá de ser o haber sido figuras públicas: sus apellidos tienen un origen vegetal. En España, más de 3 400 000 personas llevan al menos uno de sus apellidos que proviene del reino de las plantas. Otras 1 200 000 tienen un nombre de pila de origen vegetal.
Esto significa que casi el 10 % de los españoles tienen como mínimo un nombre o apellido procedentes de plantas, lo que refleja la estrecha relación que mantenemos con el mundo vegetal: las plantas no solo nos proporcionan alimento y oxígeno, sino que también están presentes en nuestra identidad.
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Romeros: arbustos y peregrinos
Según el Instituto Nacional de Estadística, hay más de 300 apellidos en España que tienen un origen vegetal. El más común es Romero, que proviene de esta planta aromática tan habitual en nuestros campos y jardines (aunque también podría proceder de romaeus, peregrino occidental que va a Tierra Santa; y más tarde peregrino en general). Es posible que ambos orígenes hayan producido el mismo apellido.
Entre los siguientes apellidos más frecuentes encontramos muchos relacionados con árboles: Morales (el moral es un sinónimo de la morera, Morus nigra), Carrasco, Robles, Castaño, Naranjo, etc.
Iniesta o Poveda, arbusto y alameda
A veces la relación del apellido con una especie de planta no es tan evidente. Por ejemplo, Iniesta o Hiniesta (y los derivados Hinestrosa, Ginesta, Genestal, etc.), proviene del latín genesta, que significa “retama” o “arbusto”; de hecho, Genista es el nombre genérico de muchas retamas).
Lo mismo pasa con Poveda (del latín povēta: “lugar de álamos”; hay que tener en cuenta que Populus es el nombre genérico de los álamos), Melgar (proveniente de “mielga”, nombre que agrupa a una serie de plantas emparentadas con la alfalfa, y que se relaciona con terrenos fértiles), Sobral o Sobredo (que deriva del latín suber, alcornoque) y Carracedo (de carruzo, manzano silvestre).
Especies vegetales, territorios y nombres
Muchos de estos apellidos a menudo proceden de un topónimo que refleja la vegetación que existía en el solar del linaje. Pero ¿se mantendrá esta relación hoy en día? ¿Coincidirá la distribución de cierta especie botánica con la abundancia del apellido que la honra?
En muchos casos la relación no es clara, ya que los apellidos se han extendido por gran parte del territorio, pero en otros casos sí. Por ejemplo, el apellido Romero, es más frecuente al sur de España y en la región mediterránea, donde también crece abundantemente este arbusto (actualmente denominado Salvia rosmarinus). Lo mismo ocurre con Olivares, más abundante en áreas donde hay olivos.
Otro ejemplo interesante es el apellido Castaño (proveniente de la especie homónima, Castanea sativa), que presenta una importante frecuencia en el noroeste y en las provincias más cercanas a Portugal, al igual que este cultivo arbóreo, lo que podría derivar del recorrido de la repoblación desde el norte a lo largo de la Edad Media.
Es probable que el origen del apellido Castaño esté asociado inicialmente también a un color de pelo, ya que otros apellidos relacionados, como Rubio, Moreno, Cano y Calvo, son abundantes y hacen referencia al aspecto capilar.
Por último, Carrasco proviene de la coscoja o carrasquilla, el arbusto Quercus coccifera, del género de los robles y encinas. Esta especie presenta numerosas poblaciones en la parte sur y mediterránea, siendo allí donde residen más personas con dicho apellido.
Como curiosidad, a pesar de que la parte mediterránea valenciana y catalana cuentan con muchas poblaciones de Q. coccifera, la frecuencia del apellido es inferior a la propia del centro-sur peninsular, lo cual podría deberse a que esta especie recibe un nombre común diferente en esos lugares (ej. garric o coscoll en catalán).
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En resumen, nuestra conexión con las plantas es más profunda de lo que podemos imaginar. Muchos de nuestros apellidos tienen su origen en plantas y nos cuentan no solo sobre nuestra historia familiar, sino también sobre su lugar de procedencia y la vegetación que rodeaba el lugar donde se originaron.
Así que la próxima vez que conozca a alguien con un nombre o apellido de origen vegetal ¡ya tiene un tema excelente para iniciar una conversación!
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