Incidentes radiológicos: cómo responder ante ataques terroristas o accidentes nucleares

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Los incidentes radiológicos, ya sea por accidentes en instalaciones nucleares o por ataques terroristas, representan un riesgo creciente en el mundo actual. En la respuesta a este tipo de emergencias, la dosimetría biológica puede ser una herramienta fundamental. Ser capaces de determinar con precisión la dosis de radiación recibida por las personas expuestas es crucial para evaluar los riesgos a su salud y planificar adecuadamente las medidas de intervención médica.

¿Y cómo se calcula? La dosimetría biológica, a diferencia de los métodos físicos, se realiza mediante el análisis de los cromosomas de las células obtenidas de una muestra de sangre periférica. Este análisis es relevante incluso en casos sin síntomas clínicos, cuando las circunstancias sugieren una sobreexposición significativa a la radiación ionizante.

Las técnicas empleadas para realizar este análisis son diversas. Entre las más usadas destacan la búsqueda de cromosomas dicéntricos, es decir, formados por la fusión anormal de dos piezas cromosómicas. Otra posibilidad interesante consiste en el ensayo de micronúcleos en linfocitos con bloqueo citocinético, que permiten detectar alteraciones en los núcleos de estas células, las mas sensibles a las radiaciones ionizantes. Eso proporciona un indicador directo y medible de la dosis de radiación recibida.

La importancia de crear redes de dosimetría biológica

¿Qué pasa sí ocurre un accidente en una central nuclear, como el sucedido en Chernóbil el 26 de abril de 1986? ¿O si se produce un ataque terrorista con armas nucleares?

Si en algún momento nos enfrentamos a un evento radiológico a gran escala, el número de personas afectadas podría superar la capacidad de los laboratorios locales para realizar análisis de dosimetría biológica. Por eso es tan importante prever la coordinación con otros, desarrollando un protocolo común que permita responder de manera rápida y coordinada. La solución pasa por crear redes que permitan armonizar las técnicas utilizadas por los diferentes laboratorios, estableciendo un estándar de respuesta.

Ejemplos de redes de dosimetría biológica son la Red Latinoamericana de Dosimetría Biológica (LBDNET), en América Latina y el Caribe, y la Running the European Network of Biological and Retrospective Physical Dosimetry (RENEB), en Europa. Ambas han demostrado ser cruciales en la respuesta a emergencias radiológicas, permitiendo la colaboración de laboratorios de distintos países.

Desde finales del año 2022, se está llevando a cabo en España un proyecto en el que diversos centros españoles con experiencia en dosimetría biológica, bajo la coordinación del laboratorio de biodosimetría del Servicio de Protección Radiológica (SPR) del Hospital Universitari i Politècnic La Fe de Valencia, están desarrollando un protocolo común que permita una respuesta rápida y coordinada ante una emergencia radiológica. Además del organismo coordinador, participan en el mismo la Universidad de Murcia, el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, la Universidad de Sevilla, la Universitat Autònoma de Barcelona y el Centro Oncológico de Galicia.

Un protocolo nacional en marcha

El objetivo de este proyecto no es otro que establecer un “Protocolo Nacional de Dosimetría Biológica” que armonice las técnicas utilizadas por los distintos laboratorios y que pueda implementarse rápidamente en caso de un accidente o ataque radiológico. Para ello es necesario realizar ejercicios de intercomparación entre los centros participantes, simulando situaciones de emergencia y midiendo la capacidad de respuesta de los equipos participantes, así como la fiabilidad de las dosis de radiación obtenidas.

El proyecto español para desarrollar un Protocolo Nacional de Dosimetría Biológica es un paso importante hacia una respuesta coordinada y eficiente ante estos eventos. De esta manera se mejora la capacidad de reacción ante una emergencia de este tipo, y se evita el colapso del sistema de salud al realizar un adecuado triaje a la población expuesta.

Por último, el objetivo principal que persigue este proyecto es la creación de una red interactiva nacional que establezca un estándar de respuesta, y sirva para promover la colaboración científica y el intercambio de conocimientos entre los centros que la integran. De esta forma, se fortalecerá la investigación en el campo de la radioprotección.

The Conversation

José Antonio García Gamuz es profesor de la Universidad de Murcia y miembro del grupo de investigación "Radiología Experimental" de la Universidad de Murcia. Recibe fondos del Consejo de Seguridad Nuclear para la realización de este proyecto.

Amparo Olivares Rueda es profesora de la Universidad de Murcia y miembro del grupo de investigación "Radiología Experimental" de la Universidad de Murcia. Recibe fondos del Consejo de Seguridad Nuclear para la realización de este proyecto.


Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

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